Obsérvalas bien y verás una venita tan fina como un cabello en el centro de la mancha. Son los capilares (y al final de estos habrá un diminuto músculo).
Cuando tienes una sensación de miedo, por ejemplo, estos músculos se contraen y tiran de los capilares que se tensan y tiran, a su vez, de la piel que están regando.
El resultado son esas manchas rojizas y circulares, también llamadas ronchas. Desaparecerán tan pronto desaparezca la causa que las ha originado o tú consigas sobreponerte a ella.
Referencias
- Mondadori, G. (coord.) (2003). Enciclopedia de Carlitos: tu maravillo cuerpo. Madrid: MDS Books.
No hay comentarios:
Publicar un comentario